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jueves, 20 de marzo de 2014

ENCINASOLA, MI PUEBLO.


     ENCINASOLA, MI PUEBLO.  
     Desde hace años, pueblos de la comarca reciben ayuda de Cruz Roja, en concreto alimentos para personas que lo necesitan; cuando hace ya dos años percibimos esta situación consideramos en buena lógica que aquí también hay personas que necesitan esta ayuda y vimos la forma de poder acceder a ella; estas ayudas son anuales, haciéndose tres repartos de alimentos cada cuatro meses aproximadamente. Como nos cogió dentro de un año ya comenzado no pudimos acceder a la ayuda el primero de ellos, pero posteriormente volvimos a solicitarla y pudimos conseguirla; para ello se pusieron notas informativas por todo el pueblo, por dos veces dado que en el primer intento se apuntó muy poca gente, y con la ayuda de los Servicios Sociales Comarcales se dispuso de un listado de una treintena de personas que consideraban que su situación era merecedora de tal ayuda. Precisamente, en estos días, se están repartiendo los lotes de productos correspondientes al último de la anualidad 2013; estos productos vienen a personas concretas, que son las que decidieron apuntarse en su momento, el ayuntamiento no puede darlos a otras personas, salvo circunstancias excepcionales o por consentimiento expreso del beneficiario-a.
Este proceso se ha llevado a cabo con la más exhaustiva pulcritud por parte de este Ayuntamiento, pero desgraciadamente el mal endémico de Encinasola está cubriéndolo de mierda (perdonen la expresión); es decir que en vez de ver lo positivo del asunto, en vez de apreciar que se está haciendo algo que, siendo tan simple, antes no se hacía y que es beneficioso para los vecinos, hay una serie de personas que se dedican a difamar de modo gratuito una labor que “no esconde nada bajo la manta”, como todas las que se están haciendo actualmente; el grado llega a su culminación está mañana cuando un grupo de desaprensivos se pone a decir, sin cortarse un pelo, de una persona que pasaba con el carro de la compra por la plaza, que es de las más pudientes de nuestro municipio, que venía de llenar su bolsa con los alimentos de Cruz Roja, en una especie de contubernio con el alcalde. Me duele en el alma que ocurran estas cosas, sobre todo porque se claramente que es el origen de la negatividad  que habría que escupir fuera de Encinasola.
   Otros de los asuntos que está haciendo furor en estos momentos es uno que se refiere a “presuntos dineros” que el Ayuntamiento da a ciertos vecinos; conviene aclararlo para evitar lo injusto y falso de la afirmación; lo aclaro simplemente para la gente honesta de este pueblo, para los que se merecen la aclaración, desgraciadamente hay personajes que no lo merecen en absoluto. Miren ustedes desde los Servicios Sociales Comarcales (independientes de este Ayuntamiento evidentemente) se estudian casos y se les busca posibilidades de ayuda, pero da la impresión que en Encinasola fuera mejor pasar del tema debido a las actitudes de ciertas personas y también de los que dedican su existencia a creer en “los decieros”, algo tan antiguo en este pueblo. Ha habido ciertos vecinos, con dificultades según el el estudio de Servicios Sociales, con problemas de haberle cortado la luz eléctrica y de no tener una instalación adecuada, a los que se les ha buscado ayuda, como a otros-a se les busca el salario social u otras ayudas. Estas ayudas, en lo que yo conozco, una para un vecino de unos 1.500€ que servirá para lo indicado anteriormente, y otra de unos 1.800€ para una pareja que necesita el arreglo de su instalación eléctrica y también para alimentos; el dinero en cuestión se ingresa en las cuentas del Ayuntamiento, donde aún está, y la función del Ayuntamiento es pagar con él lo que indique Servicios Sociales, nada más y en ningún caso es dárselo a los afectados de forma directa. Ya roza la imbecilidad decir que lo están usando para comprarse una carpa para ir a Flores.
   Luego que nadie diga que el Ayuntamiento va dando dineros a este y aquel pues es falso; pero lo que es peor es la maledicencia  de algunos-as, que llega a su culmen cuando quieren rociar esta basura sobre mi persona y hasta sobre mi padre, entró aquí en el tercer tema que está al orden del día en los decieros de nuestro municipio:
   Mi padre, más hombre a sus 92 años que cualquiera de las víboras y víboros que se dedican a escupir veneno, tuvo la desgracia, hace unos días, de caerse y destrozarse el cuello; su estado terrible de deterioro por la artritis, artrosis y otros males, se agravó de forma exponencial, a esto se añadía que la persona que le atendía para levantarlo por la mañana tenía también problemas fuertes de lumbago y la situación era inviable; ante esto hablé con el Asistente Social, como puede hacer y hace cualquier otro vecino del pueblo cuando tiene un problema, y le solicité ayuda extraordinaria por la situación sobrevenida que tenía mi padre por su caída; el Asistente Social me indicó que desde su servicio no era posible dar más horas salvo que se le quitarán a otra persona, cosa que no me parecía adecuado en absoluto; pero me indica que los trabajadores que han entrado en el Plan de Empleo Extraordinario de Diputación, están también para este tipo de trabajo cuando se considere necesario y se reclame por parte de vecinos, siempre que estos trabajadores-as cumplan unas condiciones mínimas para poderlo realizar.
   Como este era el caso de mi padre, con el consentimiento previo de Asuntos Sociales, se decidió ayudarle, de forma excepcional, por las circunstancias antes indicadas, para que pudiera levantarse de la cama, manteniendo la ayuda los primeros días dos o tres horas para otras necesidades. Recibió la ayuda porque yo como hijo suyo la pedí, él no la quería pues tiene la mente más lúcida que yo y conoce mejor que yo la calaña de ciertas personas de este pueblo.
    Si le ocurre a su padre, a su madre, a su hijo-a..., amigo lector y vecino y usted pide la ayuda, tras la consulta a Servicios Sociales, tendría la misma ayuda o mayor si fuera el caso, que ha tenido mi padre; pero que quede claro que en absoluto es mi deseo que se parta el cuello el,padre la madre o el hijo-a de ninguno-a de los-as calumniadores.
   Quiero concluir con unas palabras de mi amigo David: “lo peor es la siembra de desanimo en la labor de una persona que se está esforzando diariamente por hacer lo mejor para este pueblo y su gente, poniendo barreras e impedimentos en las ganas de abordar la lucha diaria por Encinasola”.
                          Ángel Méndez Cortegano, alcalde de Encinasola.
EN   ENCINASOLA   A   20   MARZO   DE   2014



   

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